viernes, 4 de noviembre de 2022

Declaración conjunta de la Secretaría General de la OEA y la Coalición LGBTTTI & TS con relación a la movilidad humana en las Américas.


La movilidad humana no debe implicar pérdida de derechos

La movilidad humana no es un fenómeno reciente. Las personas han migrado históricamente, de manera forzada o voluntaria, en busca de mejores condiciones de vida o escapando de situaciones complejas que ponen en riesgo sus vidas y el ejercicio pleno de sus ciudadanías. Cuando la movilidad humana es forzada, esta presión a migrar puede estar motivada por varios factores, entre los que vale mencionar la violencia, las violaciones a los derechos humanos, las convicciones políticas, la inseguridad alimentaria, la discriminación basada en el sexo y/o género, y la orientación sexual.

La migración ha estado constantemente ligada a las experiencias de vida de personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género diversas. En muchos casos, los lugares de origen de estas personas las han obligado a migrar desde ciudades pequeñas y tradicionales a aquellas más grandes y liberales, y de países conservadores y menos desarrollados, a países con tendencias progresistas y aparentemente más desarrollados. No obstante, aún en estos lugares de acogida o destino de estas personas, los ambientes suelen ser hostiles para aquellas que rompen los cánones de la concepción binaria del género.

Resulta esencial que los Estados garanticen el derecho a buscar y recibir asilo, así como el acceso a mecanismos de protección complementaria para las poblaciones LGBTIQ+. Asimismo, en ocasiones, los Estados no crean espacios para el debate de las políticas públicas sobre migración y enfoque diferencial, desconociendo las necesidades particulares de los grupos poblacionales en situación de mayor vulnerabilidad. Frecuentemente, estas tareas a las organizaciones sociales, quienes deberían ser solo un apoyo y no un reemplazo de las funciones y responsabilidades del Estado.

Las poblaciones LGBTIQ+ migrantes y desplazadas forzosamente viven estos contextos con mayor crudeza, ya que a la violencia histórica y la discriminación padecidas, se suman consecuencias sociales y sanitarias como las desencadenadas por el COVID-19. Las personas migrantes en general, y las poblaciones migrantes LGBTIQ+ en específico, encuentran dificultades en su movilidad debido a la falta de claridad de la política migratoria en varios países de la región y al uso excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de autoridades en las fronteras. De igual manera, se presenta desconocimiento de los funcionarios públicos, agentes migratorios, fuerza pública, operadores de justicia y otros actores gubernamentales sobre las diversidades sexuales e identidades de género.

Las personas migrantes, refugiadas y retornadas LGBTIQ+ se encuentran ante una realidad social, política y económica, en la que el acceso al trabajo formal y decente es muy precario en varios países de la región. Estas personas, al no tener un comportamiento heteronormado y binario del género, sufren mayor precariedad laboral, dejando como únicas dos posibilidades: el trabajo informal y el trabajo sexual, especialmente en el caso de las personas trans. Por ello, deben incluirse, dentro de los programas de integración, acciones dirigidas a transformar las prácticas discriminatorias y basadas en la homofobia, la transfobia y formas conexas de intolerancia en los espacios laborales.

En adición, las personas migrantes y desplazadas LGBTIQ+ se encuentran expuestas a que se invisibilicen las violencias de las que son víctimas, y a ser criminalizadas y revictimizadas. Las personas LGBITQ+ en contextos de movilidad humana que son víctimas de delitos deben poder acceder a la justicia y a la reparación integral en condiciones de igualdad.

Por todo esto, la Secretaría General de la OEA y la Coalición LGBTTTI & TS hacemos un llamado para que, desde los Estados, se creen canales efectivos y no estigmatizantes para denunciar los actos de violencia y discriminación que enfrentan las personas migrantes, refugiadas y retornadas LGBTIQ+ desde una perspectiva interseccional. Asimismo, las políticas de movilidad humana deben poner en el centro a las personas y sus derechos fundamentales, en un marco de libertad, dignidad e igualdad y garantizando la no discriminación.


Comunicado de Prensa D-024/22
03 Noviembre 2022
https://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=D-024/22 

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